La Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere a contaminación acústica como la presencia de ruido o vibraciones en el ambiente que tienen un efecto negativo tanto en la salud de las personas como en la conservación de la naturaleza y el medio ambiente.
Actualmente la contaminación acústica es una de las mayores preocupaciones en las áreas urbanas. De hecho, ha crecido desproporcionadamente en las últimas décadas y sólo en España se calcula que al menos 9 millones de personas soportan niveles medios de 65 decibelios, el límite aceptado por la OMS.
La contaminación acústica es un serio problema de salud pública que va mucho más allá de las molestias generadas por el ruido y del que con frecuencia no somos conscientes. La OMS señala que la contaminación acústica es el segundo factor ambiental más perjudicial para la salud en Europa, tras la mala calidad del aire, pero estudios recientes indican que el ruido tiene un impacto en salud similar al de la contaminación atmosférica química.
¿Qué es el ruido?
Se llama ruido a todo sonido desagradable o no deseado para quien lo escucha, aunque esto siempre dependerá de la sensibilidad de cada persona pero a partir de un cierto volumen todas las personas se sienten molestas.
La contaminación acústica presenta unas características concretas que lo diferencian de otros contaminantes:
- Es el contaminante más barato de producir y necesita muy poca energía para ser emitido.
- Es complejo de medir y cuantificar.
- No deja residuos, no tiene un efecto acumulativo en el medio, pero si puede tener un efecto acumulativo en sus efectos en el hombre.
- Tiene un radio de acción mucho menor que otros contaminantes, es decir, se localiza en espacios muy concretos.
- No se traslada a través de los sistemas naturales, como el aire contaminado movido por el viento, por ejemplo.
- Se percibe sólo por un sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto. Esto no sucede con el agua, por ejemplo, donde la contaminación se puede percibir por su aspecto, olor y sabor.
Agitación respiratoria, aceleración del pulso, aumento de la presión arterial, dolor de cabeza y, ante sonidos extremos y constantes, gastritis, colitis o incluso infartos ,,todo consecuencia de la contaminación acústica y la exposición diaria al ruido.
“Una de cada cinco personas en Europa está expuesta a altos niveles de ruidos que pueden perjudicar su salud·”
La contaminación acústica afecta a la biodiversidad
La contaminación acústica afecta a la biodiversidad hasta el punto de llegar a alterar el equilibrio de los ecosistemas silvestres. Los animales seleccionan sus hábitats teniendo en cuenta diversos factores, entre ellos, el ruido. Una especie que no tolere los ruidos difícilmente podrá adaptarse al resto de condiciones de un determinado hábitat.
Estos efectos del ruido no solo afectan a los ecosistemas terrestres, las especies marinas que viven en mares y océanos también sufren sus efectos. Muchos estudios han demostrado que el ruido de los barcos y naves afecta, principalmente, a especies marinas como las orcas, ballenas y delfines.
“Los efectos de la contaminación acústica puede alterar los ecosistemas silvestres hasta el punto de desaparecer”
La ganadería es otro de los sectores que se ve afectado por la exposición a altos niveles de ruido. El estrés que provoca este problema en el ganado repercute en la capacidad de producir leche y de huevos.
Medidas contra el ruido
Los países de todo el mundo están tomando medidas para reducir este problema ambiental. La aplicación en las carreteras de asfalto aislante de ruido, el uso de neumáticos silenciosos o la peatonalización de las calles son algunas de las medidas más comunes que se están tomando para mitigar los efectos de la contaminación acústica en el medio ambiente.
Disminuir el ruido que generamos, adquirir electrodomésticos eficientes o alejarse de las fuentes de ruido más estridentes son algunas recomendaciones de la SEA para evitar que este agente contaminante repercuta en nuestro bienestar.
Y es que la concienciación ciudadana es el primer paso necesario para lograr vencer a este enemigo invisible. Por ello, cada 28 de Abril, se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido.
Este día, que desde 1996, tiene como objetivo alertar de que el ruido es un problema de salud pública. La conmemoración de este día pretende alzar la voz e incentivar a las instituciones públicas y privadas sobre los peligros que genera la exposición constante a este tipo de situaciones.